La moldura es un elemento que mantiene un perfil similar en todo su trazado. Es un componente decorativo en relieve. Se suele utilizar en obras artísticas, entre las que destacan los trabajos de carpintería y, de forma ocasional, se da en la arquitectura. La sección transversal marca una gran diferencia y definición de los diferentes tipos de molduras. Esta diversidad de tipos puede darse a partir de una serie de parámetros, como el tipo de estilo o época, o si son lisos o de columnas.
Cuando nos disponemos a tomar esta decisión, tenemos que tener claros aspectos como dónde se va a colocar. Puede ser en la parte interior o exterior del edificio, en el techo o en la pared, y hay que tener en cuenta el tipo (lisa o decorativa), las dimensiones y el rango de precio que estamos dispuestos a pagar.
Existen diferentes tipos de moldura que detallaremos de manera breve para su conocimiento.
– Listel: es plana y delgada. Puede utilizarse con una forma estrecha o una banda lisa y fina que divide dos molduras. También recibe el nombre de filete.
– Toro: es una figura geométrica que está definida por un espacio tórico. El volumen puede ser dado, en primer lugar, como pieza de revolución, haciendo que un círculo gire alrededor de una recta que está contenida en el mismo plano, pero que no lo corta. La segunda, como pieza de traslación, que contenga de directriz una circunferencia y como generatriz un círculo. También se emplea como sinónimo de moldura bocel.
– Baqueta: también conocida como junquillo. Si sus dimensiones alcanzan los 6 mm de diámetro, pasa a llamarse bocel.
– Gola: tiene forma de S. La convexidad en la parte inferior y la concavidad en la parte superior. La zona que sobresale está ubicada en la parte superior. De similares características, nos encontramos con la moldura talón. Está compuesta por el talón derecho donde se podrá visualizar la parte superior con forma convexa y, por otro lado, el talón reverso, donde veremos situada la parte de abajo. Las curvaturas de Gola y talón son iguales, pero sus utilizaciones son diferentes.
– Nacela: su arranque es en vertical y tiene forma cóncava para finalizar en un cilindro convexo. Por sus características, podría definirse con forma de letra S, ya que está compuesto por dos arcos de circunferencias con distinto radio, que tienen un punto en común en el área tangente. En ocasiones puede confundirse con la moldura caveto.
– Caveto: también conocido con los nombres antequino o esgucio. Es una moldura decorativa con forma cóncava.
– Cimacio: utilizada hasta el siglo XIX, antes de la entrada de materiales como el acero y el hormigón. Actualmente los cimacios se usan en obras de restauración en los monumentos u, ocasionalmente, en trabajos de ebanistería.
– Rodapié o zócalo: su principal función es conseguir la nivelación de los basamentos de un edificio. Predomina el material granito por su elaboración en piedra tallada. El zócalo es sostenido de manera directa sobre la cimentación de los edificios.
– Cornisa: está situada en la zona superior y es la parte saliente de la fachada de un edificio. Su principal función es evitar la caída y deslizamiento de agua de forma directa sobre el muro. Además, remata la fachada del edificio.
El poliuretano, el yeso y la madera son algunos de los materiales más utilizados de manera habitual para las molduras innovadoras.
La madera dura, como la caoba o el roble, es un material muy utilizado por su gran apariencia estética. También es característica por su resistencia ante posibles grietas. Es un producto más costoso de fabricar que otras alternativas.
El yeso es un material utilizado, aunque su demanda es cada vez menor. Su utilización tiene ciertas complejidades por su peso, poca estabilidad ambiental frente a la humedad y mayor coste de instalación. No es recomendable en rehabilitación por el polvo y la humedad generados en la colocación.
El poliuretano es un material muy similar en aspecto al yeso, pero más suave. Consigue una excelente calidad de acabado, con montaje rápido, con muy poca obra y sin polvo. Es completamente estable frente a la humedad y puede ser utilizarse en exterior. Su gran ventaja es la rapidez y versatilidad de aplicación.
– Rosetones: son adornos colocados en el techo o paredes que aportan personalidad y exclusividad. Podemos utilizarlas en habitaciones o para encuadrar una lámpara.
– Combinado de cornisa más zócalo: podemos utilizarlas en zonas como el comedor o dormitorio. Con esta combinación conseguiremos un efecto óptico que nos dará sensación de mayor altura.
– Combinado de molduras y papel pintado: su relación techo-pared consigue un resultado espectacular, pero si, además, le añadimos una buena iluminación, dará al espacio un gran estilo.
– Molduras de techo: se obtendrán matices diferenciadores que harán característico su resultado final y garantizarán belleza.
En definitiva, gracias a la variedad de los diferentes tipos de molduras y zócalos podemos conseguir molduras innovadoras realizadas con cualquier tipo de material. Esta gran diversidad nos proporciona garantías en lo que respecta a la instalación y construcción de una moldura, ya que puede adaptarse a cualquier necesidad.
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