En materia de decoración, el interiorismo es uno de los campos que más cambios ha experimentado en los últimos tiempos. Los revestimientos no han sido ajenos a esta época de transformación, que busca estéticas exóticas, pero que sean confortables y resistentes. Esto ha llevado a incorporar algunos materiales que es fácil que sorprendan.
En Materio siempre estamos a la vanguardia en los materiales utilizados para el interiorismo y la decoración.
Una de las últimas tendencias en lo que se refiere a interiorismo y revestimientos consiste en apostar por la pintura. Se trata de una propuesta arriesga, pero que, sin duda, da un toque de inconfundible personalidad a la estancia. Pueden encontrarse cada vez más alternativas en este campo. De todos modos, resulta de especial interés la pintura imantada o de pizarra. Es un estilo especialmente indicado para decorar la cocina.
Su principal ventaja puede encontrarse en que no es necesario pintar toda la habitación para conseguir el efecto que se pretende buscar. Basta con pintar una o dos paredes. Una alternativa original y práctica, que va muy en consonancia con la forma de entender la decoración y el modo de ver la vida del ser humano del siglo XXI.
Si existe un material que suele asociarse a ambientes rústicos y elegantes, ese es la madera. Sin embargo, se trata de un material muy versátil, que puede ser utilizado en diseños interiores de lo más diverso, siempre y cuando se tenga presente que debe utilizarse en ambientes que se vean favorecidos por un estilo decorativo que dé prioridad a la longitud sobre la anchura.
Las especies de madera más utilizadas en cada tipo de revestimiento se elegirán en función de su capacidad de ventilación y de su específica durabilidad natural.
En cualquier caso, como no suele causar problemas importantes relacionados con la humedad, en principio se podría utilizar cualquier tipo de madera. Aún así, la demanda de de madera para llevar a cabo recubrimientos de interior se suele enfocar más en aquellos productos que presentan una densidad media o media-baja, siendo un popular ejemplo de ello los tan conocidos pinos.
Este tipo de revestimientos para paredes interiores puede esgrimir, a su favor, una serie de ventajas ecológicas y funcionales ciertamente poco comunes. Por ejemplo, regulan la humedad del ambiente, impidiendo que se resequen las mucosas durante los meses de uso de la calefacción. También constituyen un más que aceptable aislante acústico, un magnífico regulador térmico y un solvente absorbente de olores.
Como puede observarse, se trata de un material ideal para cuidar la salud y el confort de los habitantes de la casa, especialmente de los pequeños.
Por otro lado, proporciona una gran diversidad al diseño, entre otras razones, por la variedad de colores de la arcilla, en función de la propia composición del material. Asimismo, el propio mortero incorpora ya el color de acabado, a base de una mezcla de minerales tan impresionante, que su mera presencia basta para generar una sublime intensidad visual en los espacios interiores donde se coloca, independientemente de que se trate de lujosas mansiones campestres o de sencillos pisos de ciudad.
Pero si lo que se busca es comodidad, la piedra es una propuesta muy recomendable. Se trata de un material que ofrece una gran resistencia y tiene una envidiable durabilidad. Unas cualidades que permiten crear, en cualquier estancia donde se decida ubicar, un ambiente acogedor y de ensueño.
También es un imprescindible controlador térmico, que protege de las altas temperaturas. La cuarcita, la caliza, el gneis… son solo unos pocos ejemplos de lo que este material puede dar de sí.
Por otro lado, no solo se trata de un material que se limita a cumplir su función de recubrimiento interior. También puede aportar personalidad y adaptarse a cualquier estilo. La variedad de colores es muy amplia, tantos como quiera la naturaleza.
La pizarra, sin ir más lejos, puede ser encontrada en audaces composiciones polícromas, que van del verde más alegre al negro más oscuro.
Otro material que ocupa un puesto de honor en el grupo de los revestimientos naturales es el yeso. Dependiendo de su densidad, puede alcanzar unos niveles de eficacia extraordinarios. Así, por ejemplo, su capacidad de aislamiento térmico será mayor cuanto más ligero sea el recubrimiento en cuestión y más lisa su superficie.
Por otro lado, se trata de un material que retiene bien el calor, además de tener excepcionales cualidades ignífugas, debido a su composición incombustible y a su baja conductividad térmica. También es una opción que presenta aceptables resultados en transpiración y dureza externa, además de resultar agradable al tacto.
Incluso en aspectos en los que resulta inferior a otros materiales, como en su coeficiente de absorción acústica, puede comentarse que puede ser fácilmente mejorado, con tratamientos, en su superficie.
Sorprendente, ¿verdad? Con este repaso a la situación de los revestimientos utilizados en interiorismo, esperamos haber ofrecido buenas ideas para decorar las paredes de cualquier casa.